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98.6 FM La radio local de Burgos
Lunes, 6 de Enero de 2014
Todo Rey que se precie, aunque sea Mago tiene que tener un yerno. A las hijas de los Reyes siempre hay que casarlas bien. A los hijos y a los sobrinos de los "importantes", siempre hay que buscarles un buen trabajo, vaya, lo que se dice dejarles "colocaos".
Radio Arlanzón
La Cabalgata de los Reyes Magos 2014 resultó del agrado de los más pequeños, aunque si muchos padres hubieran sabido con anterioridad quienes eran algunos/as de los/as "figurantes", posiblemente no hubieran llevado a sus hijos a presenciarla.
Nos comentan que una de las carrozas se distinguió porque apenas si tiraba caramelos. Dicen que ha sido por aquello de la crisis, de reducir el gasto y hacer posible el Plan de Ajuste Municipal.
Otra contó con la aprobación y bendición de la máxima autoridad municipal (que remedio le quedaba).
Y la última, toda un clásico en las cabalgatas burgalesas nos da pie a opinar que si queremos cumplir con las recomendaciones de la alcaldesa de Madrid, Sra. Botella, para las próximas Elecciones Municipales hay que llevar en las listas, en puestos de salida, a un negro. En caso contrario, ya va siendo hora de "hacer fijo discontinuo", en la nómina municipal al que durante varios años tan bien está cumpliendo con ese papel.
De pajecitas y pajecitos, casi mejor no hablar. Hay cargos públicos que, no sabemos si porque tienen remordimientos de conciencia, por lo poco que hacen y lo mucho que cobran, que se justifican a si mismos haciendo esas representaciones, y hasta les da igual hacer de Virgen María, que de San José.
Respecto a los hijos y sobrinos sucede algo parecido. No hay político que no se precie de serlo que no haya colocado a alguno de los suyos en puestos importantes. Algo que últimamente han criticado mucho algún medio de comunicación se está dando también en la profesión periodística burgalesa. Bien es cierto que en este caso al empresario, (no se trata de ningún político) que se juega su dinero, siempre le ha gustado rodearse de una buena cohorte de aduladores, que no sólo le bailan el agua, sino que son capaces de decir, siempre por delante, todo lo contrario de lo que luego dicen por detrás.
Así, a nadie le extraña que esta bendita profesión de informar se haya convertido, por desgracia, cada día más en una oficina de colocación para hijos, sobrinos y demás familia.
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