El CB Tizona denuncia el trato recibido por el CSD

En un comunicado público el Club Baloncesto Tizona asegura que se ha vuelto a encontrar con un doble rasero a la hora de atender la solicitud de intervención por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD) en lo que está ocurriendo en los procesos de inscripción de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB).

Dice el Tizona que mientras el director de gabinete Miguel Cardenal, Óscar de Graefenhain, respondía a las peñas y aficionados del CB Tizona diciendo que “la ACB es una entidad privada que cuenta con su propio ámbito auto organizativo” y a lo que sentenciaba “el Consejo Superior de Deportes carece de competencia sobre el particular”, el presidente, Miguel Cardenal admitía a trámite la denuncia presentada por el Club Ourense Baloncesto.

Esta doble vara de medir ya se intuyó cuando la recepción de ambos clubes en la sede del CSD fue completamente diferente. Si al CB Tizona se le anulaba la visita acordada mientras viajaba a Madrid y acababa registrando en ventanilla una carta de solicitud de atención firmada por los jugadores y el cuerpo técnico, el COB era recibido por Miguel Cardenal y escuchado durante una amplia reunión.

El conjunto local sostiene que llegados a este punto parece difícil entender si el CSD es competente o no en cuanto a intervenir en las decisiones que toma la ACB. En caso de serlo, ¿por qué el CB Tizona no es atendido durante las tres últimas temporadas en las que se le pidió amparo y el COB sí?, pero en caso de que realmente no lo sea, como respondieron, ¿por qué admite a trámite el caso de Ourense?. A estas preguntas, cabe preguntarse si existen un trasfondo político por el que Miguel Cardenal se ve empujado a intervenir.

Por otro lado, y sin que el club se rindiese en su petición de ser escuchado, remitió el 30 de mayo una solicitud de reunión formal con Miguel Cardenal. Dicha carta fue recibida por el titular del CSD el 3 de junio y nunca obtuvo respuesta.

Las dos caras del CSD ante un mismo problema como son las presuntas irregularidades cometidas por la ACB en el proceso de inscripción de nuevos clubes quedan patentes por estos diversos motivos relatados anteriormente y por los que el club y la afición se sienten muy molestos.