98.6 FM La radio local de Burgos
Lunes, 18 de Agosto de 2014
Los Homo sapiens depositados en la Cueva de El Mirador, en Atapuerca, hace sobre 4.500 años, tenían afinidades genéticas con los de Oriente Próximo y Alemania.
Radio Arlanzón
En el Neolítico Medio y Final había una señal genética común en Europa Central y Occidental, pero en el Calcolítico el panorama se hace mucho más heterogéneo
Se trata de los primeros análisis de ADN que se efectúa en restos descubiertos en El Mirador. La investigación se ha llevado a cabo en el marco de un trabajo más amplio sobre la composición genética de poblaciones europeas contemporáneas de la cultura del vaso campaniforme, aunque los Homo sapiens de aquella cueva no pertenecían a esta tradición técnica, porque no fabricaban ni utilizaban el mismo tipo de cerámica.
"Esta investigación demuestra que la población calcolítica de El Mirador tiene afinidades con grupos del Próximo Oriente y encaja en poblaciones del Neolítico Medio y Final de Alemania, como las culturas Rössen, Salzmünde i Balberge, pero no tiene relación con la cultura contemporánea del vaso campaniforme", matiza Marina Lozano, investigadora del IPHES, que está entre las firmantes del artículo, junto con Josep Maria Vergès, también arqueólogo de este instituto.
Así pues, se constata que durante el Neolítico Medio y Final había una señal genética común en Europa Central y Occidental, pero a lo largo del Calcolítico el panorama se hace mucho más heterogéneo con presencia de más grupos.
La base socioeconómica de aquellas poblaciones era el ganado (rebaños de cabras y ovejas), la producción de cereales (trigo y cebada, y algunas leguminosas) y ocasionalmente, complementarían la parte animal de la dieta con caza.
Sé el primero en comentar la noticia