Castrillo Matajudíos quiere fomentar el estudio de la cultura judía

El Ayuntamiento de Castrillo Matajudios ( ha iniciado una andadura para desarrollar proyectos de recuperación arqueológica y puesta en valor del yacimiento de “La Mota”, así como crear un Centro de Interpretación de la Cultura Sefardí en el Camino de Santiago; a la par que discurre el procedimiento legal para el cambio de nombre de la localidad por el de “Castrillo Mota de Judíos”.

  

El próximo martes 24 de junio una delegación encabezada por su alcalde, Lorenzo Rodríguez, celebrará sendas reuniones en la Diputación Provincial de Burgos y en la Delegación de la Junta de Castilla y León en esta provincia para exponer el estudio realizado por encargo municipal, para la recuperación arqueológica  y puesta en valor social del enclave conocido como “La Mota”, donde se sitúa el origen de esta localidad burgalesa.

 

 

Por parte del Centro Sefarad acudirán a las reuniones su director, Miguel de Lucas, y la directora del centro de documentación, Rosa Méndez. Representando al grupo de trabajo que ha realizado el estudio estarán Ángel Palomino y Manuel Moratinos, quienes han realizado el trabajo de investigación previo.

 

Asimismo, participarán en las reuniones la directora de la Federación de Comunidades Judías de España, Carolina Aisen; y representando a la Red de Juderías de España estará Héctor Palencia, Concejal Coordinador de Turismo, Comercio y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Ávila.

 

 

Como es sabido, el pasado 25 de mayo se celebró una consulta popular en el pueblo, como consecuencia de la cual la mayoría de los vecinos se manifestaron a favor de cambiar el actual nombre por el de “Castrillo Mota de Judios”.

 

La nueva denominación del pueblo fue votada favorablemente en la consulta por 29 de los 56 vecinos que ejercieron el derecho al voto, 19 votaron en contra, produciéndose cuatro votos nulos que habían situado en la papeleta el nuevo nombre de la localidad, pero no pusieron la cruz en la casilla “favorable”.

 

A partir de entonces se inició un expediente para el cambio de denominación, que contempla la publicación en el Boletín de la Provincia durante un mes para posibles alegaciones. El procedimiento contempla también que la Diputación Provincial de Burgos emita un informe favorable, tras conocer la decisión municipal y el informe histórico que explica las razones del cambio.

 

Posteriormente, el expediente debe viajar a la Junta de Castilla y León, quien recabará informes a la Real Academia de la Historia, la Sociedad Geográfica Nacional y otras instituciones, para emitir el dictamen definitivo.