El Valle de Mena exige mejoras en el transporte público

El Ayuntamiento va a trasladar a la Junta de Castilla y León y al Ministerio de Fomento del Gobierno de España los perjuicios que la empresa ALSA ocasiona a los vecinos del Valle de Mena, con la intención de que tomen las medidas oportunas e insten a esta empresa a que corrija este mal servicio.

Las quejas de los vecinos no son nuevas y se suceden, sobre todo, durante los meses de verano, cuando los municipios que cubre esta línea ven aumentada su población. En el año 2011 se dio traslado a Alsa de una resolución de la Junta de Gobierno Local de este Ayuntamiento que, con fecha de 3 de noviembre, adoptó el acuerdo de hacer suya la reclamación de varios vecinos y solicitando una entrevis- ta con un responsable de su empresa para dar traslado del problema existente. El requerimiento municipal no obtuvo respuesta por parte de ALSA.

La situación desde entonces no se ha corregida y se ha convertido en un mal crónico en este servicio que se acentúa, de forma clara, en los meses de julio y agosto sin que se hayan tomado medidas para evitarlo y lo que es peor, sin que conste interés alguno por solucionar este problema del que la empresa ALSA es única responsable.

En el Ayuntamiento se han recogido este año muchas quejas de viajeros que no han podido ejercer su derecho al uso del transporte público al negárseles el acceso por ir completo el bus, y no tener previstos vehículos complementarios para atender a la demanda de plazas. Algunas de estas personas utilizan este servicio de autobús para acudir a consultas médicas en Zalla o Bilbao y han tenido que recurrir a taxis para no perder las citas.

Otra situación recurrente con esta línea que explota ALSA se produce cuando hay un número determinado de plazas disponibles y el número de pasajeros que esperan es mayor, momento en el que se genera mucha tensión entre los viajeros que quieren acceder al autobús. En otros casos, el autobús ni siquiera para en los pueblos ante la estupefacción de los usuarios. A esto hay que añadir, la actitud despótica de algunos conductores que se niegan a entrar en determinados municipios, por ejemplo, en el trayecto Villasana-Balmaseda, cuando el chófer ha llegado a indicar en alguna ocasión que: “no me voy a meter por Balmaseda para una sola persona”.

Estas desagradables situaciones se ven agravadas ante la imposibilidad de reclamar por teléfono o Internet ya que, paradójicamente, se les requiere un número de billete que evidentemente no tienen, porque ALSA les ha negado su venta.